miércoles, 12 de marzo de 2014

Libro viajero 16 A.

Cuando llegaron, Axel les dijo que los traficantes se habían ido en un barco en dirección a Sao Paulo, para vender las joyas. El barco había salido hace dos horas y no saldría otro hasta dentro de una hora.

Cuando montaron pasaron cuatro horas de viaje y cuando llegaron vieron a los traficantes salir corriendo por la calle perpendicular al puerto. Mark salió corriendo detrás de ellos y los alcanzó. Eran cuatro hombres. El jefe de ellos, Edward Stiff fue el único que consiguió escapar y se escondió en una casa abandonada. Otro, su ayudante, llevaba un maletín con las joyas robadas. Mark le obligó a dárselo y después de devolver las joyas a su dueño metió al ayudante y a los otros dos en la cárcel. Más tarde fueron a donde estaba Edward Stiff, pero había desaparecido. En el suelo había un móvil que se le había caido, en el ponía: Me dirijo a Río de Janeiro por la carretera, nos vemos allí mañana. El mensaje había sido enviado hacía quince minutos, por lo tanto,...

Por Daniel Rivera Lainez.

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