miércoles, 13 de noviembre de 2013

LIBRO VIAJERO

A3. TERCERA PARTE

Después de unas cuantas horas de vuelo, el abuelo se dio cuenta de que ya no quedaba combustible en el avión. Aviso a todo el mundo que estaban obligados a aterrizar antes de tiempo. El lugar más cercano a su destino (El Amazonas) donde podían aterrizar era una pequeña isla llamada Barbados. 

Por suerte, el aterrizaje no fue problemático y nadie resultó herido. Jhonny, su abuelo y James cogieron sus mochilas y empezaron a buscar una forma de llegar a su destino. Andando y hablando no se dieron cuenta que entraron en la selva de Barbados, como se hizo de noche decidieron quedarse en la selva. 
Así que empezaron a montar la tienda y encender el fuego. Jhonny dijo: 

-¡Abuelo, me da mucho miedo la selva! 

-No tengas miedo, pronto saldremos de aquí, dijo el abuelo de Jonny.

    
Por la noche, cuando todos estaban dormidos, se oyeron unos gritos y, de repente se vieron repletos de indígenas, que los ataron y les obligaron a que los siguieran. Los tres se dieron cuenta que tenían que buscar una manera de escapar de ahí. Estando atados y sin sus mochilas, se dieron cuenta que las cosas no iban a ser tan fáciles. Pero la suerte los acompañaba, porque apareció una chica que les ayudo a huir y les llevó a su guarida. Cuando llegaron, James preguntó:

-Pero, ¿quién eres tú?

-Yo soy Mary Anderson, contestó ella.

-Nosotros somos: Jhonny, Jhon y James, y muchas gracias por ayudarnos.

-De nada. Yo deseo averiguar el secreto de la selva del Amazonas.

-¡Nosotros tenemos el pergamino! 

-¡Que bien!, contesto Mary. Me gustaría acompañaros.

-Pues, claro que sí, contestaron los tres a la vez.
   
Los cuatro descansaron y decidieron seguir a la mañana siguiente.

Por Teodora Muresan.

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